José María Merino
Dobles
M.A.R, Editor, noviembre de 2020
El lector impenitente tiene suerte algunas veces, pues tantos son los libros que pasan por entre sus manos y sus ojos que alguno de ellos debe premiarle con una prosa fluida, con un regalo de palabras casi musical, con fábulas que le hagan no querer que termine lo que está leyendo.
Ese ha sido el caso con el que me he encontrado en Dobles. Es cierto que prestigiosos comentaristas y críticos literarios ya me habían puesto sobre aviso: Rosa Regás, Juan Cruz, Ángeles Encinar ó Miguel Ángel de Rus, pero mi escepticismo me hacía dudar, como debe ser, de todo aquello que no sea apoyado por la evidencia, y ésta es la lectura como culminación de la prueba empírica.
El libro que nos ocupa consta de tres relatos, o novelas breves, donde el autor da tantas vueltas a la realidad que el lector se sorprenderá del resultado final.
Tal vez este fragmento situe al desconocido lector de estos acantilados de la magia que contienen cada uno de los relatos:
Soñó que era una mariposa, y al despertar no supo si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que estaba soñando ser un hombre.
Porque en El hechizo de Iris nos traslada al amor de la adolescencia, donde un Javier revive, en un accidentado viaje en avión, lo que sintió por dos hermanas gemelas que le perturbaron aquellos inolvidables años y de las que no volvió a saber nada hasta el mismo día en que coinciden en el accidentado avión. Descubrir la verdad será tan sorprendente para el personaje del relato como para el lector.
Soñó que era una mariposa, y al despertar no supo si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que estaba soñando ser un hombre.
Porque en El hechizo de Iris nos traslada al amor de la adolescencia, donde un Javier revive, en un accidentado viaje en avión, lo que sintió por dos hermanas gemelas que le perturbaron aquellos inolvidables años y de las que no volvió a saber nada hasta el mismo día en que coinciden en el accidentado avión. Descubrir la verdad será tan sorprendente para el personaje del relato como para el lector.
Con El misterio Vallota nos traslada a este país donde vivimos, de políticos nefandos, de corruptelas empresariales y políticas, y donde la doblez está personalizada en un personaje corrupto que desaparece al mismo tiempo que otro igual ocupa su lugar. Y no es posible estar en dos lugares al mismo tiempo, ¿o sí?
Por último, El regreso del cometa, donde José María Merino despliega todo su saber de fabulador para disfrute del lector gourmet. Debéis leerlo, no os diré nada más.
Francisco Javier Illán Vivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario