viernes, 27 de octubre de 2017

Jai-Vita, de Natalia Senmartí Tarragó (Reseña nº 820)

Natalia Senmartí Tarragó
Jai -Vita
Goodbooks, 2016

En los tiempos que corren, los de las prisas, los de mensajes de 120 palabras, encarar la lectura de una obra de 844 páginas es casi épico. Hacerlo sobre el mundo en que vivió Jesucristo, es ya atrevimiento. Y, si lo entiendo así sobre la figura del lector, cuántas vueltas no tuvo que darle a esta historia la autora, que nos presenta a un Jesús desacralizado; es decir, como lo vieron quienes compartieron su tiempo, su convulso tiempo en una Palestina donde dos culturas se enfrentaron, condenadas a entenderse, pero que jamás lo han hecho... hasta el día de hoy.

La acción transcurre durante unos ocho meses, aproximadamente en el año 30. Nos encontraremos con figuras históricas, sobradamente conocidas: Pilato, Barrabás, Caifás, Judas, María Magdalena, también el emperador Tiberio y, por supuesto, Jesús; y otras ficticias, especialmente el joven romano Gayo Decio Valerio, tribuno de la Décima Legión. Y será este joven soldado romano quien sea testigo de acontecimientos que han marcado la historia humana desde entonces.

Visto como la autora lo plantea, es una obra monumental, que en cierto modo puede recordarnos a otra anterior -y quien no la haya leído, a la maravillosa película de 1959 dirigida por William Wyler y ganadora de once premios Oscar-, lo cual tampoco es un mal piropo.

La cultura romana, la cultura judía, condenadas a enfrentarse vistas por un joven Gayo Valerio, quien libre de todos los prejuicios que hubiese podido tener alguien de más edad, desde el principio intenta conocer las costumbres de la tierra que le ha tocado vivir y se admira de ese hombre que es capaz, casi al principio de la trama, de apaciguar con palabras a una turba humana que pretendía lapidar a una mujer.

La misma autora lo ha repetido en más de una ocasión: su novela no va ni a favor ni en contra, expone.

Francisco Javier Illán Vivas

2 comentarios:

  1. Francisco, de todo corazón, gracias por leerme con tanta intensidad. Cualquier autor no podría pedir más. Es cierto que intenté meterme de cabeza en unmomento histórico, que como dices y digo, nos ha marcado para siempre. Ni a favor ni en contra, palabras hoy muy vigentes en el momento en que vivimos y que demuestran que nada es nuevo bajo el sol y que la la historia hemos de aprender porque nos dice muchas cosa. Gracias repito.

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  2. De todo corazón, gracias Francisco por tu lectura tan intensa, una alegría inmensa para mí.

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