viernes, 6 de octubre de 2017

Diez voces de la poesía actual, antología 2017, de VV.AA. (Reseña nº 819)




Alejandro Pérez Guillén, Antoni Barnils, Fernando López Guisado, Joaquín Piqueras, José Manuel Vivas, Marta Núñez Delegido, Pedro Javier Martínez Martínez, Pedro Juan Gomila Martorell, Rosa Mª Berlanga Benito y Vicente García Hernández.
Diez voces de la poesía actual 2017
Ediciones Trirremis, 2017


Cuando Francisco Javier y Toñy, o Toñy y Francisco Javier, me pidieron que coordinara la tercera entrega de su colección Diez voces de la poesía actual, sentí una enorme alegría, pero, a la vez, una enorme preocupación. Tenía claros cinco o seis nombres de poetas a los que invitaría a tal acontecimiento, del que ya me habían hablado como proyecto en mi época de colaborador de Ágora papeles de arte gramático, cuando Fulgencio y Francisco Javier dirigían la revista, en su época dorada.
Pero poco después recibí una oferta profesional que pocos pueden rechazar y mi destino se ligó a la Capitale, a Roma, la Eterna, y, en ella, una diminuta ciudad estado donde ocurren tantos acontecimientos que es imposible desconectarse ni un solo día.
Así que cuando llegó la fecha de comenzar a recoger las colaboraciones, no me encontraba en España. Es más, ahora escribo esto desde Jerusalém, un lugar como no hay otro en el mundo. Fueron ellos, por tanto, los que llevaron a cabo las comunicaciones con los autores que les propuse, además de aceptar el nombre de dos que faltaban a mi relación para alcanzar las diez voces.
Ocho plumas masculinas, dos femeninas. Es la cara inversa del primer volumen de la colección, el que coordinó Francisco Javier, cuando fueron ocho plumas femeninas y dos masculinas.
La poesía es un arma cargada de futuro, es un arma cargada de libertad, es un arma cargada de esperanza en un mundo convulso, atormentado, ecológicamente enfermo, ambientalmente en vías de extinción.
Por eso proyectos como los que organizan esta dupla sin igual que representan Toñy y Francisco Javier, son una luz al final del tenebroso túnel. Desconocemos qué nos deparará el mañana, yo mismo estoy ahora en un lugar donde la muerte está más próxima que la vida. Pero no desespero.
Tengo la esperanza de que los poetas iluminen con su voz esta oscuridad que nos rodea.

Entrad, entrad y gustad.

Salvador Vivancos Manzano

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