jueves, 9 de febrero de 2017

Selección poética de Tadeo Peñarrubia



FIBRA ÓPTICA

Redes que no pescan,
líneas que incomunican,
frustrados deseos ante inertes teclados.
Voces diluidas por la calidad de un cableado.
Mi voz ya no se alza al viento elevando mi plegaria,
te quise tanto, que cuando llegaste, dejaste mi voz truncada,
300 megabytes de velocidad, teclas por oprimir, voces en off,
llamadas sin límite que nada tienen que decir.
Quizás te quise un día, pero anhelo elevar mi voz,
susurrarte al oído un te amo,
arroparme en tu regazo, gozar de lo humano.
Velocidad digital, ceros y unos,
no son nada , si no estamos juntos.



ÚLTIMO SUSPIRO

Sus labios agrietados, ajenos a los sentidos,
fríos e inertes al calor del roce de una piel,
perdieron su aroma a primavera alejándose de mí.
Pronuncian palabras ya sin sentido,
sonidos muertos en la estación de su creación,
quedo atrás el terciopelo de un susurro,
ocres, bellos, otoñales, no cumplirán los 30,
no pronunciaran de nuevo mi nombre,
enmudecieron en otoño,
exhalando su último suspiro en invierno.



LA ESPERA

El tiempo pasa inexorable, sin inmutarse ante mí,
lento palpitar que atropella al segundero,
impaciente ante el batir errante de mis pulsaciones.
La puerta se cerró y con ella todas las dudas posibles se abren ante mí,
mostrándose cual  margarita.
Si, no, tal vez, no hay tiempo para mas.
Ahora el tiempo es el verdugo inapelable que juzga a nuestros miedos,
alentando al desaliento, minando la esperanza.
Esperanza, bonito nombre, tan fácil de abrazar e imposible de descifrar,
como la desazón que nos devora, lenta e inmutable,
sin piedad, impía, alejada del corazón se abraza a la sinrazón.
Y así es la espera. Mi amada esperanza.



REQUIEN POR LA SANIDAD

Enfermos o quizás un esbozo de sus propios miedos.
Dañados por dentro, insanos por fuera,
enfermos de su propia enfermedad,
 individuos anónimos que se agolpan en la sala de la desesperación.
Dolor, miedo a tener o no tener,
pensamientos tóxicos,
esperanzas perdidas, curas imposibles,
salas infectas de virus deseando expandir la podredumbre de un pensamiento.
Enfermos por dentro, dañados por fuera.
Quizás zombis de sus propias vidas. Despertad o morir.
Quién sabe si ya fallecieron hace tiempo esperando el placebo de un medicamento.
Tomad  vuestra medicina, para aplacar lo que jamás podréis curar. Vuestro espíritu.




Tadeo Peñarrubia Juarez. Nacido en Murcia. Técnico en electrónica e informática, maestro de Reiki, experto en ciencias esotéricas y terapeuta chamanico.
Sus inquietudes por la escritura se remontan a la infancia siendo en los noventa cuando participó activamente en grupos de escritura bajo el sobrenombre de Ageofjudas, los llamados grupos de messenger que desembocaron en los blogs, y grupos de facebook actuales.
En las redes sociales publica en : El rincón de mis pensamientos, Esencia de Háfida, Cien palabras para cien historias.

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