FIBRA ÓPTICA
Redes que
no pescan,
líneas que
incomunican,
frustrados
deseos ante inertes teclados.
Voces
diluidas por la calidad de un cableado.
Mi voz ya
no se alza al viento elevando mi plegaria,
te quise
tanto, que cuando llegaste, dejaste mi voz truncada,
300
megabytes de velocidad, teclas por oprimir, voces en off,
llamadas
sin límite que nada tienen que decir.
Quizás te
quise un día, pero anhelo elevar mi voz,
susurrarte
al oído un te amo,
arroparme
en tu regazo, gozar de lo humano.
Velocidad
digital, ceros y unos,
no son nada
, si no estamos juntos.
ÚLTIMO SUSPIRO
Sus labios agrietados,
ajenos a los sentidos,
fríos e inertes al calor
del roce de una piel,
perdieron su aroma a
primavera alejándose de mí.
Pronuncian palabras ya
sin sentido,
sonidos muertos en la
estación de su creación,
quedo atrás el
terciopelo de un susurro,
ocres, bellos, otoñales,
no cumplirán los 30,
no pronunciaran de nuevo
mi nombre,
enmudecieron en otoño,
exhalando su último
suspiro en invierno.
LA ESPERA
El tiempo pasa
inexorable, sin inmutarse ante mí,
lento palpitar que
atropella al segundero,
impaciente ante el batir
errante de mis pulsaciones.
La puerta se cerró y con
ella todas las dudas posibles se abren ante mí,
mostrándose cual margarita.
Si, no, tal vez, no hay
tiempo para mas.
Ahora el tiempo es el
verdugo inapelable que juzga a nuestros miedos,
alentando al desaliento,
minando la esperanza.
Esperanza, bonito
nombre, tan fácil de abrazar e imposible de descifrar,
como la desazón que nos
devora, lenta e inmutable,
sin piedad, impía,
alejada del corazón se abraza a la sinrazón.
Y así es la espera. Mi
amada esperanza.
REQUIEN POR LA SANIDAD
Enfermos o quizás un
esbozo de sus propios miedos.
Dañados por dentro,
insanos por fuera,
enfermos de su propia
enfermedad,
individuos anónimos que se agolpan en la sala
de la desesperación.
Dolor, miedo a tener o
no tener,
pensamientos tóxicos,
esperanzas perdidas,
curas imposibles,
salas infectas de virus
deseando expandir la podredumbre de un pensamiento.
Enfermos por dentro,
dañados por fuera.
Quizás zombis de sus
propias vidas. Despertad o morir.
Quién sabe si ya
fallecieron hace tiempo esperando el placebo de un medicamento.
Tomad vuestra medicina, para aplacar lo que jamás
podréis curar. Vuestro espíritu.
Sus inquietudes por la escritura se remontan a la infancia siendo en los noventa cuando participó activamente en grupos de escritura bajo el sobrenombre de Ageofjudas, los llamados grupos de messenger que desembocaron en los blogs, y grupos de facebook actuales.
En las redes sociales publica en : El rincón de mis pensamientos, Esencia de Háfida, Cien palabras para cien historias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario