Nunca estuve en París,
y sin embargo,
canté con Edith Piaf por calles y burdeles,
anduve por el Louvre del brazo de Da Vinci.
Hice el Arco de Triunfo
con Chalgrin y Raymond.
Vendí la Torre Eiffel
a un Poisson ambicioso
y compré el paraíso
en Les Champs-Elysées.
Me escapé con Valjean
de las cloacas del Sena,
empapada de noche, me encontré a Baudelaire.
Todavía conservo un ejemplar firmado
y una rosa infectada de Las flores del mal.
Con Moustaki, en Pigalle,
fumamos sus gitanes
y nos dieron entradas para un tal Moulin Rouge.
Nunca estuve en París,
pero juro
que todo eso ocurrió.
Hemingway me lo dijo:
París era una fiesta.
Paquita Dipego (Lérida, 1960). Relacionada profesionalmente con la administración y dirección de empresas, las finanzas y la auditoría de cuentas. Tiene una mención de honor en "Mujeres poetas internacional", de la República Dominicana. Ha participado en varias antilogías poéticas. En 2015 publica "Noches nómadas",con Edicione Vitruvio.
Monumental, Paquita!!!!! Tu poema sabe a croissants con café con leche, a música de acordeones, a perfumes variopintos de todos mos burdeles, a ruido de hojas amarillas en su otoñal descanso, a dibujantes bohemios, a violetas desteñidas por la espera, a colores, a pájaros volando en racimos, a nostalgias de un tiempo perdido y amores de una noche que aun perduran..... Gracias, Paquita, por este poema que hago mío para guardarlo en lo más profundo de mi corazón!
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