domingo, 26 de abril de 2015

Monstruos gentiles, de Anna Ventura (Reseña nº 719)

Anna Ventura
Monstruos gentiles
Peccata Minuta, enero 2012
Traducción de Marian Raméntol Serratosa

¿Qué le cuenta el mar al hombre?, la pregunta me ha ido acompañando a lo largo de las primeras páginas de este libro bilingue italiano-español, mientras descubría a una poeta que mira cuanto le rodea de una forma diferente a muchos millones de personas:

Yo escucho y escribo historias.
No soy una turista,
soy una viajera.

Hermosa descripción que resume la primera parte del libro, Dones del mar. Porque el mar es, aún hoy, el único lugar que esconde secretos para el hombre, como dice el prologuista, es la última frontera, que va desvelando sus oscuras simas muy poco a poco. El mar, que estando en quietud, va entregando, con cada nueva ola, pequeños retazos de lo que esconde, y la poeta, aguarda en la orilla, paseando por ese exhuberante jardín de las diez mil flores que forma la segunda parte del libro.

Otra vez el tiempo:

Flores rojas para ti,
amiga que cumples ochenta años
e, indómita, desafías
no sólo el tiempo que te queda...

Tiempo es, muchas veces, lo que nos falta, o lo que nos sobra, depende de cada hombre, mientras miras ese mar que en su quietud, siempre está moviéndose, y aguardas en el jardín que florezcan ellas, las flores, "si volvieras, que sepas que son para ti".

Más allá del jardín nos encontraremos un mundo de alegorías, que forman la tercera parte de este libro, la que da título al mismo y, donde, a mi entender, la autora se recrea en el mundo actual, en lo que la rodea, y el lector debe estar atendo para no dejar perderse ni una gota de la magia que adorna sus versos.

Gracias a Marian Raméntol por hacerme llegar este libro, descubrirme a Anna Ventura y, además, permitidme hacerlo tanto en español como en su versión original.

Francisco Javier Illán Vivas

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