jueves, 16 de abril de 2015

Mañanita de mujer: desayunando



Amigos míos:

le eché fugaz la mirada, 

casi casual a la descalza.

Somnolienta,

atravesaba el vaivén:

la puerta bailaba.

Ajustada de cuerpo

en pantaloncitos cortos,

azul de Francia.



Le veo la espalda

absurda vacilante

de tacos altos sobre

piececitos Cenicienta,

quizá los pies fueran planos,

tal vez era el instante inestable

de la telaraña: el tropezón

ínsito del gesto. La imagen

de proyecto casero (de todos

modos), restaba soledad

e invitaba a trabar la cintura

sujetando la renguera ficta

para el sostén diurno

de la maraña de anoche.



La sensual renguera loca, ahora reclamaba

el pago del flete impropio del  transido vital.

Su voz retumbaba en lo irrisorio, enloqueciendo

a mi amor, cada mañana, inexplicablemente.



Carlos Tobal, escritor argentino, novelista, “Morir en París”; “Por Ahora, Meta-historia de una Revolución Inconclusa”; cuentista, ensayista, abogado del equipo de lesa humanidad de la Asamblea Argentina de Derechos Humanos (APDH), y de la Asoc. Americana de Juristas. Fue presidente del Centro Cultural de la Asoc. de Abog. de Buenos Aires.

1 comentario:

  1. Dios mío es llegar y acariciar ese torrente de letras, que caprichosas se advienen a mis ojos...

    Saludos cordiales

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