jueves, 5 de junio de 2014

Selección poética de Mar García Treviño (Mar de fondo)

El vestido

Quedó con su amiga para bañarse en cerveza
y reír en sus charlas acostumbradas.
Escuchaba atentamente y esperaba su turno
hasta poder explicar sus pesares con cierta gracia
para así restarle importancia a la tristeza que le adornaba cada día.
Después del alcohol, recorrieron los locales de moda
invadidos de extraños con ganas de saciar el hambre de carne.
Ella iba vestida con su hermoso traje de soledad para que nadie se le acercara
y llevaba un aura de “no me toques, no quiero sexo”.
Su amiga danzaba rodeada de varones, con una sonrisa de triunfo que sería
[pasajero.
Ella sólo esperaba que llegara el momento de volver a casa:
era bonito el vestido de soledad y eran hermosas las calles vacías
a esas horas de la madrugada.
Atravesó la plaza de la catedral; se cruzaba
con los trabajadores de la limpieza que regaban los suelos.
Se dijo: “tendría que existir un equipo de limpieza de almas
que lavara la sociedad”. Su sensación de vacío
disminuía conforme llegaba sana y salva al hogar.
Se desvistió y colocó la soledad hasta la próxima ocasión
en que su amiga y ella volvieran a salir de caza.
Era un alivio no ser cazada, ser invisible
y estar acompañada de la verdad.


Riesgo

No me hace falta hacer puenting,
escalar el Everest, tirarme en paracaídas,
saltar desde un trampolín, volar en parapente
ni hacerme surfista y que olas gigantes me traguen,
no necesito deportes de riesgo habiéndote amado a ti:
ya sé lo que es que los latidos del corazón se disparen y después
se detengan por morir en cada intento
y en cada sueño truncado.


Amarte

A partir de hoy,
voy a amarte a gritos,
provocando encuentros
e inventando cercanías;
desde hoy,
voy a amarte envolviéndote en poemas,
con excesivas acciones
y multitud de palabras...;
de hoy en adelante,
voy a amarte sin fin,
aunque tú no me ames
de la misma forma.


Supersticiones

No te temo a ti, me doy miedo a mí misma,
a estos sentimientos que me hacen morir, porque
si paso debajo de una escalera sigo sintiendo lo mismo,
si se me rompe un espejo, ahí estoy yo para recoger los pedazos rotos
y seguir pensando en lo que no debo pensar,
si me cruzo con un gato negro, se me antoja besarle
porque su color negro no es más negro que mi tristeza.
¿Qué más da si se derrama la sal cuando mi sal nunca tiene fin?
Si visto de amarillo en un escenario no cambiará el parecer
de los que me escuchan y me miran,
seguiré siendo la misma
aunque cambie mi color.



 
Mar de Fondo cumple como alias artístico con el que Mar García Treviño arrostra su aventura más íntima y pública a un tiempo, su ejercicio, guitarra en ristre, del mester de cantautoría…: asidua asistente a todo tipo de conciertos por los locales de Murcia, al calor de la música en vivo se subió un buen día a esos mismos escenarios sin apenas darse cuenta. Con todo, el puro o, mejor, sencillo pensamiento poético precede en ella a la expresión musical y entraña lo más esclarecido de su linaje. Ha publicado poemas en la revista Cuerno de la Luna, en Ecos de mujer y asimismo puede leérsele en twitter: @seasongclear


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