Juan Antonio Cardona Llinares
Palabras de otoño
Los libros de Balmenhorn, 2014
Palabras de otoño es un canto al mar, y a los toros. Tal vez por su origen alicantino el poeta ame tanto el mar (o la mar) como para que, a lo largo del presente poemario, sea una idea recurrente, permanente, persistente. Y tal vez por su edad, el toro sea un símbolo, no sé si fálico o vital, de esa vida que marcha irremediablemente hacia el ocaso.
El mar puede ser bello, puede ser tranquilo, sosegado, bello, infinitamente silenciosa, una cascada de luces, o un viento de ningún lugar, puede volar como una gaviota, o un bálsamo de soledades, puede ser amigo, pero también un adversario contra el que luchar, ya sea en tres veleros navegantes, o mar adentro, o en la playa... el mar, como os digo, es persistente, permanente en el poemario del alicantino Cardona Llinares.
Otros muchos poemas giran alrededor del toreo, y de los toreros. Sorprende en este tiempo, cuando la llamada "fiesta nacional" está en declive y se mantiene gracias únicamente a las subvenciones oficiales, que alguien se atreva a escribir sobre un ejercicio que consiste en martirizar a un animal, pero en esto el poeta quiere expresar lo que siente, y deja correr el verso alrededor del toreo admirado, como podemos leer en la contraportada.
Al final, los vientos del mar amigo nos dejarán solo las olas, y el poeta sabrá que "sólo nos quedan las olas".
Francisco Javier Illán Vivas
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