jueves, 30 de junio de 2022

Selección poética de Esteban Salvador Vicente

La luna, triste 

La Luna estaba triste 
lloraba perlas de luz
cayendo a la tierra 
de vivos colores 
formando un manto 

Caen , las lágrimas 
lágrimas de perlas y diamantes 
que hacen mares
mares de espejos 

La Luna estaba triste 
sus perlas dieron frutos 
de sal y arena 
formando una joya 
de colores intensos 

La Luna estaba  triste 
lloraba perlas , de luz 
formando el Mar Menor 
esa joya de luz intensa 

La Luna estaba triste 


El Botijo

Entre el agua y el barro
pisando y amasando 
surge una pieza 

De entre las manos del alfarero
ha creado una figura 
gorda pero esbelta ,
con dos pitos y un ansa 

Cocida a fuego y brasas 
se dislumbra su dureza 
dureza reguia 

Llevando el líquido de la vida 
con su bautizo de anises
que despiden la dulzura 

Ya lleno de agua clara 
y desbordando de frescura,
entiempos de secania 
al borde la agonía ,
en trasparente líquido 
llena todo de frescura 

Su función es bien concebida 
era líquido fresco y apreciado 
de mano en mano pasaba 
frescura y vida daba 

Más en el olvido ha quedado 
¿Que seria del mundo ?
si fuese inventado 


El  Mar Menor  I

Las musas han volado 
el viento las levantó 
los barcos pliegan las velas 
en el Mar Menor 

Como un torbellino 
la joya se metió 
de Nitratos y bacterias 
en un Mar de cemento quedó ,
y de ladrillos se cubrió 
 enquilosado y sin remedio quedó 
a la deriva fue 

Restaurador de obras y joyas 
vengan en su salvación 
para quitar los escombros 
a su al rededor 

Pues los tiempos pasan 
y pueden pasar un mileño 
o dos 

Salvar a la joya de su brillo 
y esplendor 

Así la queremos todos 
reluciente de brillo y esplendor
 

Las Chicas Bogel 

Siempre maravillosas 
su resplandor es el mejor 
vestidas al último grito 
son las mejores 

Las fotos fluyen
como un manantial 
las sintonías se desatan 

Los bolsos vuelan 
con los sombreros al sol 

El sol las curtio 
no perdiendo su resplandor 
maravillosas amigas 
son como el sol

 

Esteban Salvador Vicente García Madrid, uno de diciembre de 1957, con raíces de sus antepasados en diferentes localidades de la Región de Murcia. Hoy vive en Los Alcázares.

Artista multidisciplinar, también pinta y ya ha expuesto. Suele contar que la poesía llegó a él en la adolescencia, aunque ha tenido periodos vitales que casi la dejó en el olvido. Pero las musas regresaban, cada vez, con más fuerza. Hasta estos momentos

jueves, 23 de junio de 2022

Selección poética de Javier L. García Moreno

VOLVERÍA A HACERLO POR TI

Yo por ti volvería a cruzar municipios
saltarme horarios, protocolos,
normas absurdas y leyes arbitrarias…
Volvería a aparecer por sorpresa delante de tus ojos
con un ramo de flores recién cortadas y la misma sonrisa, mirada radiante y enamorada de siempre…

Y volvería a acompañarte a esos mil y un lugares
a los que te apetecía ir
y que recorríamos juntos de la mano…

Y volvería a soñar noches y días antes con ese instante, con la emoción de un inquieto y soñador adolescente
enamorado por primera vez…

Yo por ti
volvería a cruzar ciudades y autovías a mil por hora,
acelerando por verte y llegar a tiempo de sorprenderte, con el corazón también acelerado y sin frenos…

Yo por ti
volvería a saltarme prohibiciones, restricciones,
volvería a ignorar esas miradas de incomprensión y reprobatorias
que nos seguían sorprendidas, envidiosas y acusatorias allá donde fuéramos tú y yo llenando de color y risas las calles…

Volvería a cometer locuras como ya cometí
y a sorprender al mundo una vez más paseando de tu mano y de tu cintura…
Sonrientes, felices y, al menos yo, enamorado de ti…

Sí, volvería
a cruzar los océanos a nado por ti…

 

 ME ENCONTRÉ CON MI SOMBRA

Una noche me encontré con mi sombra.
Andaba perdida,
se había extraviado
por alguna callejuela del pasado
en algún instante de dolor
o desconcierto...

Me encontré con mi sombra
bajo una triste y fría llovizna otoñal
mojada y sucia sobre la acera
y parecía sollozar en silencio…

«¿Dónde estabas, sombra mía?
¿En qué momento te perdiste de mi
sin que yo me diera cuenta?»,
le pregunté, llena la cabeza de interrogantes…

Pero ella no supo responderme
ni dónde, ni cuándo, ni porqué
se perdió de mí en un golpe de desamor...

Encontré a mi sombra
perdida y asustada...
Había perdido la causa de su reflejo, mi cuerpo,
y mi alma desgajada de su otra mitad...

Encontré a mi sombra
pero llevaba consigo demasiado dolor
para hacerla regresar conmigo...

Demasiados recuerdos
de mi sombra junto a la suya
paseando junto al mar o en cualquier lugar
a plena luz de día o de una farola…

«Déjame seguir perdida», me pidió
«hasta que tu corazón no olvide
y tus ojos dejen de llorar…
Déjame lejos de ti, olvidada en cualquier rincón
donde su sombra y yo fuimos felices…»

Tenía razón, pensé. No estábamos preparados
para seguir la vida como sin más.
Así que decidí seguir mi paso, pensativo,
sin mirar atrás…

Tal vez más adelante vuelva a encontrarme con mi sombra
y todo esté olvidado,
Y volvamos a caminar por la vida, juntos, como si nada,
y que al verla no me acuerde de que te perdí…

(Ambos del poemario «Versos de amor y rebeldía»)

 


EL LIBRO OLVIDADO

Me encontré aquel libro
olvidado,
dormido
sobre la arena de aquella cala olvidada una mañana de diciembre…

¿De qué hablaría?
Pensé...
Tal vez de su propio autor,
tal vez de sus más intensos lectores,
tal vez de quien una vez lo traicionó
dejándolo olvidado pensando, tal vez, que la marea lo arrastraría, para siempre, al fondo del mar...

Sonreí
a pesar del halo de tristeza
y nostalgia
que me traía aquella cala solitaria, sobre todo cuando
unas nubes errantes se empeñaban en tapar el lánguido sol de las once...

¿De qué hablaría?
Me volví a repetir mientras acariciaba
lentamente la portada,
como se acaricia la piel de una amante
la primera vez...

Fui con paciencia limpiando
la fina arenilla adherida
al filo de sus hojas
a sus bordes y cada una de sus esquinas
¿Hablaría de un amor imposible,
o tal vez de un amor tan intenso como fugaz,
o de un amor inventado
por un loco romántico, desesperado o enfermizo?

Y empecé a adorar
ese libro huérfano que había llegado a mis manos
a intrigarme por las historias enigmáticas
que encerraría en 230 páginas
dividido en once historias…

¿Hacía bien con apoderarme
de lo que no era mío?
Pensé asaltados por las dudas y la confusión…
Miré alrededor:
rocas que emergían del mar como diminutos islotes,
el mar calmado, trasparente y desierto
de bañistas
perdiéndose hasta el horizonte,
donde algunos barcos navegaban o permanecían varados
en la penumbra de la lejanía,
atrás, el resto de la arena despoblada
donde en otros meses no cabía ni una toalla…

Así que decidí que aquel libro sería mío,
lo había decidido el destino
¡¿Quién sabe si en esas hojas se escondería
o no la solución a mi propia historia de amor?!
o, simplemente, leería alguna parecida
con ojos de asombro y admiración...

Me encontré aquel libro
sin dueño
y me marché con el de la mano
como si fuera mi propio destino...

Del poemario «Cómo soñar despierto y no morir en el intento»)

 

Javier L. García Moreno (Cartagena, 1977) es un escritor nacido y residente en la Región de Murcia, España.
Como NOVELISTA es autor de cinco novelas publicadas EL COLGANTE (2015) y LA CRUZ MALDITA (2018), ambas partes de una trepidante BILOGÍA, EL PRÍNCIPE DE LENTISCAR (2015), TE SIENTO CERCA, (2017) y EL HOMBRE DE LA OSCURA MIRADA (2020).
En el ámbito de los RELATOS ha publicado relatos románticos como LOS AMANTES DEL MAR y otros relatos (2018), AMOR EN TIEMPOS DE COVID (2021), así como relatos de misterio, suspense y terror psicológico como CONFESIONES DE UN BEST SELLER y otros relatos obsesivos (2017) y EL ÚLTIMO NIÑO y otros cuentos de terror (2021).
Entre su prolija obra literaria podemos encontrar también tres cuentos infantiles, y, en lo que respecta a su ACTIVIDAD POÉTICA, tiene actualmente publicado TRES POEMARIOS, de marcado carácter social y romántico; POEMAS DE AMOR Y LUCHA (2018), CÓMO SOÑAR DESPIERTO Y NO MORIR EN EL INTENTO (2019), y VERSOS DE AMOR Y REBELDÍA (2022).

miércoles, 22 de junio de 2022

Zona de sombras, de Miguel Palacios (Reseña nº 993)

 


Miguel Palacios
Zona de sombras
M.A.R. Editor, marzo de 2022

Una novela en la que encontraremos vampiros, cerdos asesinos, caballeros oscuros y de la luz, magia negra, poderosos nigromantes, demonios y diferente séquito abominable, saltos a diferentes planos de existencia, jóvenes universitarios, kárate y filosofía oriental, y amor... con una portada que dice más de lo que quiere del contenido. Ésta es la novela de Miguel Palacios, finalista del II premio Villiers de l'Isle Adam, todo un cóctel para que el lector, avezado o nobel, se adentre en sus páginas.

Además, el autor ha tenido el acierto de que esa entrada sea a pequeñas gotas, con capítulos cortos al principio, para que sin darnos cuenta lleguemos hasta una perdida urbanización en la sierra de Ronda, una oscura noche, como no podía ser de otra forma, con lluvia torrencial y encontrarnos con un enigmático personaje que avisa a los protagonistas de que se marchen, de que no entren en la Mansión. Y claro, todo es avisarles, ponerles alertas del peligro, para que ellos hagan lo contrario. Juventud, divino tesoro.

¿Y quiénes son esos jóvenes? Pues un equipo improvisado de Kárate que va a participar en el Open de Ronda de una disciplina de kárate. Improvisado porque los titulares del equipo fueron siendo víctimas de diferentes episodios que, en poco más de quince segundos, quedaron apartados: esguinces, viajes de placer, problemas familiares.

Como ves, desconocido lector, Miguel Palacios ha creado una trama que seguro hace las delicias de los amantes de la novela de terror, porque hay momentos de duro terror, de artes marciales, de Universo extendido, de paladines del bien y de guerreros del lado oscuro, dragones que rugen en sus propios tatuajes,... y encontrar el camino de cada joven, adornado con una bonita historia de amor.

Esto es Zona de sombras

PD: Como lector y escritor he tenido la suerte de leer ya a tres de los finalistas del II premio Villiers de l'Isle Adam: Amira Avil, Maranwë Beyond y Miguel Palacios, tres enormes novelas que compitieron con El retorno de la espada.

Francisco Javier Illán Vivas


jueves, 16 de junio de 2022

Selección poética de Manuela Martínez Ortíz

TU EXISTENCIA

Deseo sentir tu calor,
sujétame fuerte...
regálame tus besos,
mi alma se pierde.
Contigo en mi jardín
los sueños vuelan,
una paloma viene sonriente
con su paz, la que tu existencia tiene.
Acúname fuerte amor
con tu brisa de libertad,
donde las aves son libres
y mi vuelo es tu volar.
En la orilla de la mar
abrazada a tu ser,
las olas bailan felices
en su sonido, mi voz,
grita al viento un sueño
que contigo se cumplió.

 

DÉJAME

Déjame quererte...
Como nunca te quisieron,
amarte con desenfreno,
soñarte en lo secreto.
Déjame ser abrazo,
ser tu beso, ser tu risa,
volar en tu pecho.
Déjame amor, amarte
compartir una lágrima al viento,
déjame lograr desafíos,
quisiera regalarte mi cielo.
En la noche...
te regalo mis sueños,
durante el día...
déjame compartir tu vuelo.
En la noche...
quédate mis secretos,
durante el día...
déjame vivir en tu pecho.

 

ROSA BLANCA

A la orilla del mar
apareció mi rosa blanca,
en un bello rosal
colmando mi alma de esperanza.
En la arena al anochecer,
se colmó tu pensamiento de mi,
la luna me mostró tu rostro
y me dijo que eres feliz.
Al slencio de mi noche
está alejada de ti,
le ruego envuelta en soledad,
besar tu alma hasta morir.
Tantas veces escribí a la mar,
abrazada a mi copita de vino,
hoy brindo por nuestro amor,
de banco marfil y oro fino.
Azahar de mi rosa blanca
son tus ojos cuando te miro,
luz de un sueño dorado
creado realidad al destino.


Manuela Martínez Ortíz nació en Puebla de Don Fabrique, pero actualmente vive entre Molina de Segura y Villajoyosa y desde su infancia es una apasionada de la poesía, leerla y escribirla.
Publicó su primera obra en 2018, el Milagro de la fe, y desde entonces son cuatro las obras literarias que conforman su biobibliografía, una de ellas, son los manuscritos de su desaparecido hermano, que Manuela dio a la imprenta en recuerdo.
Desde 2015 organiza recitales de poesía religiosos y conferencias sobre maltrato.


sábado, 11 de junio de 2022

La dulce melodía de la alondra, de Manuela Martínez Ortíz (Reseña nº 992)

 


Manuela Martínez Ortíz
La dulce melodía de la alondra
Editorial Luna Azul, febrero 2022

No recuerdo ahora quien fue, pero su aseveración era contundente: la poesía se escribe con la cabeza, nunca con el corazón. Tal vez debí responderle que la poesía, en todo caso, se escribía en la pantalla del ordenador, o, en el menor de los casos, sobre el papel blanco. Pero no era tanto una lucha entre el corazón y la cabeza, sino entre el sentimiento profundo y la búsqueda de la perfección.

Después de casi mil libros reseñados, estamos en el 993, muchos de ellos de poesía de cientos de autores y autoras, ya no sabría si esa lucha tiene sentido. Porque cada uno, cada una, representa una faceta de la creación poética y, salvo contadísimos casos, merece ser leída y conocida.

Estamos ante la tercera obra poética (la otra que publicó fue para rescatar los manuscritos de su desaparecido hermano Luis Ángel) de la autora poblata o poblensa (natural de La Puebla de Don Fabrique), molinensa de residencia y vilera de otros muchos días del año, así que incluso en la faceta de lugar de residencia es difícil de encajar, de ahí su versatilidad.

Pero es, sobre todo, y ante todo, un alma positiva, una persona que irradia alegría por vivir, y eso se observa en su obra publicada. Si, además, el desconocido lector de estos acantilados de papel tiene la suerte de conocerla, de saber de su vida, reconocerá que es más de lo que estas frías letras puedan definirla.

Su poesía, y la obra que nos ocupa es un ejemplo, está llena de vitalidad, de alegría de vivir, de esperanza en el porvenir, de sentimientos profundos, de amor, de su amor por la vida, después de que ésta le haya dado tantas cornadas que sorprende cuanto de ese convencimiento de la vida es bella. Y de su amor por la persona que comparte cada uno de los momentos que ahora vive.

Este poemario va ilustrado con imágenes de la propia Manoli, de Sensi Galvez, de Lola Rodriguez y de Consue García y, como además, la poeta es una persona muy relacionada con el mundo solidario, ha procurado que su libro esté impreso por Labor Viva, quienes tienen por objeto el empleo de iniciativa social.

Un poemario de vida y de amor que no podéis perderos.

Francisco Javier Illán Vivas

jueves, 9 de junio de 2022

Selección poética de Josefina Bermejo Martínez

 

BAJO LA LUNA LLENA

Noche Serena y tranquila
nos invita a pensar
en cosas presentes, buenas
y las malas olvidar.

Medianoche primaveral
y no me puedo dormir
y me apetece escribir
bajo la Luna llena.

Es inmenso el ventanal
los Luceros rutilantes
brillan con alegría
dando a los miedos, desplantes.

Es un óleo tan inmenso
la grandeza del pintor
la noche, descorre el velo
para mostrar su esplendor.

Las letras vuelan muy claras
y fluyen alrededor
van, fraguando mi poema
con transparente ilusión

Y mi serena quietud
va envolviendo la conciencia
y mirando con paciencia
la intensidad de su luz.

Y yo siento en la distancia
la pequeñez, del planeta
que muestra la relevancia
lo real de nuestra meta.

Yo me siento tan pequeña
y me envuelve la ternura
en las alas de la Luna
baila, mi pluma risueña. 

 

CUANDO LA LUZ SE APAGA...

Yo pienso en esa luz, la que se esfuma
ese rayo, al cristal, cuando perfora
sin dolor, esa brisa, como espuma
apaga lo más frágil, la traidora.

Observo la noche, y va mi pluma
robando al mar, la luz, de aurora
olas en la arena, densa bruma
el tiempo en la noche, la evapora.

Cabe el pensamiento, y la conjura
es lúcida, la luz, del que espera
sin tener de testigo, la locura

Trás el invierno, llegó la primavera
el cielo de los hielos, se clausura
y despierto de mi sueño, a tu vera. 

 

ME DORMÍ CON LAS ESTRELLAS...

Anoche, me dormí con las estrellas
la paz del firmamento, se inclinaba
mi horizonte nocturno, se llenaba
luz infinita, parecen centellas.

Nacieron del cielo,! y son tan bellas!
mirando piensas, "el dolor acaba"
al brindar el beso, el amor llegaba
a un mundo nuevo, y vivir en ellas.

Porque son luz, la noche es alegría
es lenta su quietud, yo, sobre el viento
en la suave mano, mi sueño rendía.

En inmenso horizonte, el pensamiento
por astros caminando, abro el día.
es la paz, mi afán, y mi sentimiento. 

 

 

LA LIBERACIÓN DE ANDRÓMEDA

Andrómeda, liberada por Perseo
encadenada, espera anhelante
valiente odisea, de su amante
el monstruo, vencido, es su deseo.

Que Cefeo, la entrega a Fineo
quien, enamorado, quedó al instante
la corona, de joyas y diamantes
Andrómeda diosa, enamora a Perseo.

La lucha, el tiempo, su fuerza extrema
grito agonizante, último extertor.
arroja Perseo, las joyas y las gemas.

Creció al ganar, allí, sintió un temblor
la cadena de Andrómeda, suprema
es la ofrenda, de Perseo, a su amor.

 

Josefina Bermejo Martínez, 18 de junio de 1956, diplomada en Magisterio, Educación Infantil, por la Universidad de Murcia, ha trabajado dirigiendo su propia Escuela Infantil, durante 36 años, hasta la jubilación.

Desde muy pequeña le ha gustado la lectura y escritura, pero debido a lo absorbente de su trabajo no le pudo dedicar el tiempo preciso para ello.

Inédita aún en libro, sólo ha publicado en revistas, periódicos y en redes sociales. Aunque ahora, tras la jubilación, cree que llegará el momento de dar a conocer su obra en libro en papel y participar en eventos y concursos literarios.

 

 

 

sábado, 4 de junio de 2022

La chica que escribía cartas, de Pascal Buniet y Karlota Rocha (Reseña nº 991)


Pascal Buniet, Karlota Roca

La chica que escribía cartas
M.A.R. Editor, marzo de 2022

Lucía, Elena, Pepon, Sergio, Freddy, Sofía, incluso Daniel, son algunos de los protagonistas de esta novela en la que, la primera, alumna de un instituto de La Laguna (Tenerife), desaparece en extrañas circunstancias y provoca que toda la policía, encabezada por la inspectora Elena, dediquen todas sus fuerzas en encontrarla.

Este es el argumento principal de la trama que nos presenta Pascal Buniet, y que tiene como origen las cartas que la coautora, Karlota Roca, escribió hace ya unos años. Cartas que, hasta que las páginas no van pasando y alcanzando el momento culminante de la novela, el lector desconoce qué relación tienen con el título y, por supuesto, con la desaparición de Lucía.

Todo apunta, y lo hace muy pronto, a Pepon, el mejor amigo de Freddy, padre de Lucía. Él mismo, en un momento clave, y casi al principio de la trama, se dice a si mismo que no va a salir bien parado de todo ello, y es una de las trampas que el autor, o los autores, nos colocan en el camino para que estemos más perdidos que la inspectora Elena, dando palos de ciega a izquierda y derecha, con actuaciones que a muchos podrán recordarle la inoperancia de algunos cuerpos de policía que se han hecho famosos a lo largo de la historia reciente por no resolver absolutamente nada... hasta el final.

Los problemas de los adolescentes, las familias separadas, incluso detalles de violencia de género, van apareciendo a lo largo de las páginas, donde la presunción de inocencia está tan cerca de la culpabilidad, que prácticamente nadie superaría una investigación a fondo.

Hasta que conozcamos a Sergio Delaflor y entonces entenderemos mejor el porqué de las cartas, pero con maestría el autor nos confundirá aún más sobre el motivo real de la desaparición de Lucía, si voluntariamente o víctima de un secuestro.

Una novela que encantará a los muchísimos lectores del suspense, del misterio, del fenómeno de las personas influencers, de las superventas, de los libros churros y de los nuevos héroes de la juventud.

Francisco Javier Illán Vivas


jueves, 2 de junio de 2022

Selección poética de Tadeo Peñarrubia Juárez

 

Vuelo sin alas

Vuelo en mi mundo sin alas, no hay balas, pero si palabras.
nacida en blanco, impecable, sin mancillar aun lo imaginable,
Siento tú dolor en cado uno de mis pliegues,
vuelo sin alas, marcas en blanco,
torcidos pensamientos, acogen formas en tu mente,
me piensas, me deseas, me mientes,
aún sin forma definida, vuelo acogiendo tus deseos.
Dejarás en mí, las estrías de tu frustración,
vuelo sin alas hacia la tormenta que te atormenta.
Fría, dulce, gentil en tu mirada, aún virgen por tus manos,
pronto dejaré mi vuelo para ser tu pajarita,
vuelo sin alas, retorciste mis esquinas, me anclaste a este mundo,
escondí mi vuelo, vuelo sin alas, sin frases en mis requiebros,
dejaste a la imaginación la vida que a cada doblez murió en tu mente.
Ahora soy pajarita de papel, no vuelo, mis alas no surcarán el universo,
pero tú, tú, aún puedes volar sin alas en el acantilado de tus palabras.

 

Idiomas

Oigo tus palabras, siento sus sonidos,
melodías perdidas en la luz de tus ojos,
incomodas mi alma, renaces en mis adentros.
Escucho tu voz sin saber si amas o repudias,
soy oyente, remueves mi mente aparentemente,
me emocionan tus letras, tu música y sus requiebros,
amo sentirte, gozar de tu presencia, de tus gestos,
me miras, me abrumas, pero sigo sin saber que dices.
Maldito inglés, tan sutil y tan distante,
pues sin ñ, ch o elle,
no te entiendo, pero al menos, te siento.



Sin ti no existo

Perdida la noción del tiempo, ojos entreabiertos,
desvelado por una estancia vacía,
sueños narcóticos que no consiguen apartarme de ti,
no existen calmantes, potentes o inertes,
que borren de mi memoria lo vivido entre tus brazos,
las miradas perdidas clavadas en el alma,
nada paso inadvertido;
una caricia, una mirada, un beso sin sexo, invertidos o en sana posición,
jamás goce tanto de nada, al tenerlo todo.
Un efímero adiós me separo unas horas de ti,
se, que el tiempo no podrá hacer mella en mí,
ni la oscuridad de la noche, ni la luz que sin tenerte no podría existir,
soy el arco iris de tu esencia, soy tú luz, y sin ti, no existo. 

 

Tadeo Peñarrubia Juárez, nacido en Murcia de profesión: técnico en electrónica e informática, maestro de Reiki, terapeuta chamanico, experto en radiestesia y geobiologia.
Como escritor o poeta esta le gusta definirse:
La vida es prosa, versos inconexos en el camino de una rima, si te apetece escuchar, hablaré, si callo llenaremos el silencio con sabiduría.
Un caminante más en el reto de la vida a través de unas palabras. Soy el camino que tu dirección marque. Prosa o verso no significan nada si no te remueven por dentro. 
Tu decides. Yo solo soy Tadeo Peñarrubia Juárez.