martes, 30 de junio de 2020

XIX Premio Literario Sexto Continente bajo el título “Fantasía y terror rural”


El programa Sexto Continente de Radio Exterior de España – RNE y la editorial M.A.R. Editor lanzan el XIX Premio Literario Sexto Continente bajo el título “Fantasía y terror rural”. Estos premios de relato existen desde el comienzo del programa, en 2009, y pretenden descubrir nuevos talentos en el ámbito de la creación en español. En esta caso, buscamos relatos de fantasía, terror, relatos góticos y subgéneros cercanos, ambientados en el mundo rural.

Plazo abierto hasta el 15 de septiembre.

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viernes, 26 de junio de 2020

Presentación y lectura de Sexo robótico, en Molina de Segura

Serán en Molina de Segura, dentro del ciclo Un verano de libro, a partir de las 20,30 horas del día 7 de julio próximo, festividad de San Fermín.

La concejalía de cultura ha previsto todas las medidas posibles de seguridad sanitaria para mantener la distancia entre los asistentes y entre los presentadores del libro.

Los beneficios que se obtengan de la venta de ejemplares irán destinados a Cáritas Parroquial de Molina de Segura, pues este evento estaba previsto para la Primavera del libro, que no pudo celebrarse, y con el objetivo de recaudar fondos para los más necesitados.

miércoles, 24 de junio de 2020

Bases del II Premio Liliput de Narrativa joven


M.A.R. Editor, en su creencia de la necesidad de impulsar la literatura joven, busca los mejores cuentos y las mejores novelas infantiles y juveniles para su Colección Liliput: por ello, convoca el II Premio Liliput de Narrativa joven. Podrán concurrir al premio aquellos originales que reúnan las siguientes condiciones:


1.- Ser novelas infantiles o juveniles o libros de cuentos infantiles o juveniles inéditos, libres de compromiso y estar escritas en español, con una extensión mínima de 90 páginas, impresas en formato DIN A-4, a espacio y medio, letra Times New Roman - Arial 14 ó similar, por una sola cara, a espacio y medios, sin haber sido premiadas en cualquier certamen. La obra irá encabezada por título y seudónimo o nombre del autor, en página 2 irá una sinopsis de la obra de 15 a 30 líneas, y el texto comenzará en la tercera página. La obra irá acompañada de un documento a modo de plica, que contendrá nombre y apellidos del autor, domicilio incluyendo ciudad y país, teléfono y correo electrónico del autor (obligatorio), así como una breve nota bio-biblográfica que incluya ciudad y año de nacimiento. Se podrán presentar tanto obras sólo con texto como obras que reúnan texto e ilustraciones, no siendo necesarias todas las que aparecerían en el libro, sino una muestra. En ese caso hay que añadir el curriculum del ilustrador.

2.- Cada autor podrá presentar un máximo de dos originales, enviándolos por correo (no es necesario que sea certificado) a: Miguel Ángel de Rus – II Premio Liliput - M.A.R. Editor - C. Martínez de la Riva 137, 4º A, Madrid 28018. Deberán enviarse por correo; no se recibirán obras personalmente en la editorial. Sólo los participantes residentes fuera de España podrán enviar su obra por correo electrónico, a la dirección
mareditor@gmail.com

3.- Se establece un primer premio consistente en la publicación de la obra ganadora. El jurado podrá recomendar a la editorial otros títulos para su edición.

4.- Los derechos de autor de la 1ª edición, serán del 10% sobre el PVP del libro sin IVA del total de libros vendidos por la editorial.

5.- Los trabajos se podrán enviar hasta el 11 de septiembre de 2020. (En envíos por correo la fecha válida será la del matasellos, no la de llegada).

6.- El fallo se dará a conocer por correo electrónico a los autores y se enviará a medios de comunicación, en un plazo no superior a una semana desde que se produzca el mismo. El fallo es inapelable. El premio podrá quedar desierto.

7.- M.A.R. Editor podrá entrar en contacto con los autores de las obras que sean recomendadas por el jurado para su posible publicación.

8.- No se mantendrá correspondencia sobre las obras no recomendadas por el jurado.

9.- El correo electrónico del autor será usado para mantenerle informado de los premios de la editorial, salvo que el autor indique en el documento de la plica que no desea recibir información de la editorial.

viernes, 19 de junio de 2020

El recitador de poemas, de Ángela Martín del Burgo (Reseña nº 929)

Ángela Martín del Burgo
El recitador de poemas
M.A.R. Editor, 2020

Me agradan especialmente las obras que mezclan realidad y fantasía en su trama, que nos llevan por lugares conocidos, por calles, establecimientos, restaurantes, bares a los que todos podéis acudir cualquier día de la semana, y es algo que he encontrado en cantidad y calidad en la novela de Ángela Martín del Burgo, en la que es la segunda entrega del comisario Morales, al que ya conocimos en Asesinato en la Gran Vía.

Pero además, esta novela tendrá como protagonista a un escritor de novela negra, de los que tantísimos podemos encontrar hoy en día en el panorama literario español: Marcelo Leal. Y junto a él, poetas, hombres y mujeres, que animan cada día la cultura madrileña con encuentros, recitales y duelos poéticos. Uno de ellos, el seductor y dandi Alberto Aceña, aparece muerto en su piso.

¿Qué sospecha la policía? Que uno de sus colegas poetas es el asesino. ¿Motivos? Hay muchos. La autora de la novela nos demuestra el conocimiento del mundillo literario, de las rivalidades, de las envidias, de las hipócritas risas y falsas felicitaciones por el éxito ajeno, y el odio que puede levantar una posible antología de los poetas madrileños actuales en caso de que alguno de ellos tema quedar fuera.

Y en ese mundo de mentiras y envidias, se va desarrollando la investigación policial y la investigación extrapolicial, con el escritor Leal dirigiéndola, mientras que el comisario Morales va preparando los cebos para cazar al asesino... o asesina...

Si piensas escribir algún día, debes leer El recitador de poemas, es como el prólogo de lo que vas a encontrarte. Y, si has escrito o escribes, disfrutarás con la acertada visión de esta autora sobre el mundillo literario.

Francisco Javier Illán Vivas

jueves, 18 de junio de 2020

¿Quieres ver tu obra reseñada en Acantilados de papel?



Libros en el acantilado es la sección para reseñas y críticas literarias de los libros que las editoriales, o los particulares, nos hacen llegar a la redacción de la revista y que elegimos para recomendar a nuestros lectores.

Acusamos recibo de todos ellos con una breve nota y/o reseña. Será decisión del consejo de redacción aquellos que pasen a la sección de crítica literaria, sean publicados en aquí.

Enviad un correo electrónico a nuestra cuenta y os indicaremos a la dirección postal donde remitir el libro.

Nuestra sección de reseñas literarias tiene una media superior a los 1.000 lectores, como podéis comprobar AQUÍ.

jueves, 11 de junio de 2020

Selección poética de Teresa del Bosque


TIERRA SECA
Estoy arrancándome  
cuadros enteros de primavera
obsoleta

Sigo deshierbando la maleza seca
de mi tierra suelta       

Lista para sembrar coro de aves    
miradas internas, semillas, vuelos 

Ya no llueve y todo se pega
en mi tierra seca           

Todo se pega ahora
sin candilejas
sin sudor ni sangre
sin nombre
todo   
 
Y cada vez hay más surcos
poblados
nuevos
preñados de estrellas
que vienen del sur.

EFÍMERO
Me voy colgada de las alas del verso
porque mi verso no empluma   
en su pluma que se aleja           
y me deja corto el espejismo

Se aglutinan los surcos germinados
en el margen del papel     
alimentando un verso
sin respaldo en la memoria     
enloquecida desde ayer

La quimera se abraza
a su amante lira desnuda   
y le pide que suba
a sus remos que vuelan
a mundos que pican
en los dedos que cantan
en los mares que rosan
de jardines que besan
rumbo al manicomio del Olimpo

Sin elección.

SOMOS PÁJAROS
Pájaros salieron por la aguja de la vida
pájaros de leche
pájaros sin plumas          
sobre mis volcanes         
rebalsando de dulzura      

Pájaros de colores diferentes    
mirándome el plumaje     
resbalando por el risco… 

Al final
pájaros desnudos somos todos          
soplándonos las manos
para que florezca la magia de un vestido
en cada hombre, mujer, gárgola, medio…

Siempre pájaros.
   
Teresa del Bosque oTeresa González, 13 de junio de 1963, Chalatenango, El Salvador. Es poeta, docente, abogada y notaria.
Desde la infancia desarrolló su gusto por la poesía, iniciando a los 15 años de edad a escribir poemas dedicados a su madre Mercedes González.
Obtuvo el Primer premio en el “Concurso de Poesía a la Madre” (1978). Segundo lugar en el “Primer Certamen de Poesía de Maestros de El Salvador” (2002). Mención especial en el II Certamen de Poesía “Mujeres Extraordinarias”, España 2017.
Ha publicado desde 1998 a 2007, poemas, cuentos y apólogos en las revistas “Juventud” y “Clase” del Ministerio de Educación salvadoreño. Ha publicado en el Co Latino y en el Diario de Hoy y participado en antologías nacionales e internacionales.
Entre sus libros se encuentran “Poemas de todos los tiempos” (1997), “Un poema para cada día festivo del calendario escolar” (1997), “Aprende y colorea con el mundo animal” (1998), “Sin más-cara” (2011). “Poemario Cívico Escolar” (2012), “Vida y Espíritu” (2013), “Mi Mundo Infantil” (2014).

lunes, 8 de junio de 2020

El caballero, de Maica Bermejo Miranda


El recuerdo de su abuelo la ha acompañado toda su vida. En estos tiempos difíciles cuando remontar el día a día es una carga pesada sobre los hombros, se hace más rotundo. Cada despertar el impulso vital anida en el corazón de Dolores y la empuja a salir, enfrentando el mundo y sus circunstancias.
            Hace un tiempo que la sonrisa perenne que aleteaba en sus labios se ha cambiado por el gesto fruncido que anuncia determinación y entereza. No en vano desciende de una estirpe de hombres y mujeres acostumbrados a la lucha. En los momentos más acuciantes supieron sobreponerse y llevar a cabo sus propósitos defendiendo lo que consideraban suyo, con una fortaleza difícil de superar.
            Su impronta ha dejado una huella indeleble nutrida en las muchas tardes invernales paseando con él por la Avenida Alfonso X, disfrutando del gorjeo de los pájaros y la luz brillante de su Murcia natal. Qué feliz cuando recorrían juntos las calles descubriendo los sucesos acontecidos en cada rincón, la gran capa revolando en el aire. Una prenda que lucía como pocos, gallardo y altanero. Su figura se hacía imponente, semejante a los caballeros medievales que admiraba en sus libros de Historia.
            Nunca volvió a sentirse tan protegida como cuando cubierta por el manto lo veía ondear sacudido por las zancadas raudas, la sonrisa escondida tras el mostacho y la picardía asomando entre las pestañas.
            En las mañanas floridas se sentaban bajo los fresnos reflejados en el arroyo que multiplicaba sus canales para regar la huerta de la casa familiar. Casa que hacía las delicias de los pequeños en las noches estrelladas de verano escuchando absortos las historias de su abuelo. Crónicas del Rey Sabio que llegó a esas tierras para protegerlas y honrarlas y de cómo le enamoraron sus gentes, su carácter y los amaneceres blancos, en que los auroros desgranaban cantos extendidos en sus voces por vegas y riberas.
            Francisco era un hombre recio, de torso fuerte, ojos penetrantes y mirar sereno. De costumbres devotas, cada alborada emprendía su ruta hacia la Iglesia de San Andrés, asomaba levemente la cabeza descubierta del sombrero y saludaba a la Virgen de la Arrixaca, su máxima valedora, confidente en los buenos y malos momentos.            
            Con su protección superó los escollos que la existencia le puso en el camino. De ahí que sin falta pasara por la Capilla Real a visitar a María, que respondía a su saludo, o al menos a él se lo parecía, con una sonrisa de ángel.
            Después comenzaba sus asuntos, ligero, con la satisfacción del deber cumplido. Desde allí encaminaba sus pasos hacia el Real Casino donde desgranaba las horas leyendo El Liberal y La Verdad, departiendo con algún buen amigo sobre lo divino y lo humano y estudiando en la gran biblioteca. En más de una ocasión discutió en el Círculo por defender que Santa María de la Arrixaca seguía siendo la Patrona honorífica de la Comarca.
             - Nadie ha revocado el nombramiento que hiciera Alfonso X nombrándola Patrona del Reino de Murcia- Aseguraba muy convencido.
            No se sabía muy bien si la Virgen estaba en Murcia antes que el Príncipe Alfonso llegara a la ciudad, o la trajo él consigo. Lo cierto es que fue la inspiración de alguna de sus famosas Cantigas, en especial una que a Francisco le gustaba recitar con su voz bien timbrada al corro de nietos sentados a sus pies. Sentimiento y pasión vibrando en cada verso. Ellos escuchaban atentos, tratando de entender aquel idioma lejano en el tiempo.
            Así le evoca Dolores, enfrascado en sus textos hasta que los nenes corrían a interrumpirle y le pedían otra aventura de su tierra. Esa tierra que aprendieron a amar a través de sus palabras. Francisco, dejaba el libro, abría sus brazos en un gesto cercano y los animaba a aproximarse. Cuando los tenía a su alrededor miraba a la lejanía perdida la vista en los recovecos del pensamiento hasta encontrar el hilo conductor. Entonces comenzaba la leyenda, poesía, o canto que inspiraban sus narraciones. A Dolores le fascinaba más que a ninguno de sus primos, que a ratos se ponían a correr inquietos desfogando sus ardores infantiles. Ella, sin embargo, permanecía desde el minuto uno absorta, hipnotizada. Sin perderse una sílaba, un gesto, ni un ademán del galante hidalgo.
            Éste es su abuelo. Un auténtico hombre de bien que la enseñó a desenvolverse en el mundo. De su ejemplo saca las fuerzas si no las tiene sobradas. De sus cuentos y memorias arranca su amor a la Literatura. De ahí su profesión. La que ostenta con orgullo y por la cual actualmente tiene que luchar. No puede dejarse adocenar por las corrientes que destruyen los valores que él la inculcó.
            - ¿Recuerdas, Lolilla? ¡Nunca hay que tirar la toalla!
            Escucha decir a su abuelo en los momentos de duda.
            - Querer es poder y no siempre llueve a gusto de todos. ¡No desfallezcas, sigue adelante por muy difícil que te parezca! Esto también será pasado. Nada hay permanente y lo que hoy te parecen altas montañas, desaparecerán sin dejar vestigio una vez superadas las dificultades.
            - Es fácil decirlo abuelo, yo te escucho, pero tú no sabes cómo ha cambiado la sociedad. Nada tiene que ver con la que tú y yo compartimos. Los tratos se hacían con un apretón de manos y los términos honor, amistad, compromiso, esfuerzo y lealtad, tenían un significado. Ahora impera el mercadeo, el oportunismo, la ingratitud, la ambición, el despotismo y la sinrazón. 
            Es muy complicado mantenerse al margen sin que los propios compañeros te señalen con el dedo. Sin que te aparten de los claustros. Sin que pongan en duda el trabajo docente que he desarrollado durante años. Fiel a mis principios y a mis sentimientos. Eso hoy en día no se lleva, abuelo. Y no sé qué puedo hacer.
            - Ven, siéntate aquí, como si fueras mi niña. Te voy a contar algo que quizá no recuerdes.  Acababa de terminar mis estudios y me propusieron optar a una de las plazas de médico titular que salieron por aquellos días. Por mi buen expediente académico y mi facilidad para el estudio, permíteme la inmodestia, tenía muchas posibilidades de hacerme con una de ellas. No lo dudé. Presenté los papeles necesarios, hice acopio de apuntes, manuales, registré la biblioteca cosechando cuantos volúmenes me pudieran ayudar a conseguir mi propósito y me dispuse a librar la batalla. Los años de aprendizaje y práctica me sirvieron para desarrollar mi vocación: Ayudar a los enfermos.
             Fueron meses intensos, no me levantaba de la mesa salvo para cubrir mis necesidades. Dormía lo justo y una vez despejado, volvía a enfrascarme en los temarios. Incansable. Los días de exámenes, los más excitantes. Cada prueba ganada me hacía coger impulso para la siguiente. En ese estado de agitación llegó la última y definitiva. Ahí nos jugábamos el todo por el todo, los últimos cinco candidatos. Fue agotador, y los cinco echamos el resto. Una vez terminado sólo nos quedaba esperar.
            Los resultados, nos dijeron, se publicarían en breve. Y en breve, según lo dicho, pude verificar si me encontraba en la lista de los afortunados. Todavía veo las letras bailando delante de mis ojos en la rápida búsqueda de mi nombre. Y ¡sí! ¡Allí estaba! ¡Lo había conseguido!
            El fiasco fue al comunicarme el destino. Mi puesto era en uno de los barrios marginales más conflictivos de la ciudad. Resumiendo, el que nadie quería. Imagina mi desilusión y mi susto, unido a la rabia, al saber que yo había sido el número uno. ¿El problema? A Fulanito de tal, hijo de Menganito de cual, le amparaban no sólo las relaciones del padre, sino que además pertenecía a la cuerda de los ganadores. Nuestra familia por aquel entonces no cosechaba muchas simpatías. Cosas de la política.  Desafectos nos llamaban. Y así sin comerlo ni beberlo se mezclaron churras con merinas y yo me vi represaliado por no sé qué extrañas circunstancias. Aún hoy, me sigue pareciendo una arbitrariedad. La misma que sigue campando libremente según me hablas. Y tú dirás: ¡Vaya cosas me cuenta mi abuelo para darme ánimos!
            Pues sí, Lolilla. Todo tiene su cara y su cruz. Lo que yo pensé que sería una maldición se convirtió en mi mejor enseñanza. Los pacientes me acogieron como jamás imaginé. Tras los años de espera, tener por fin consulta y médico en su arrabal, hizo que se desvivieran conmigo colaborando en todo aquello que facilitaba mi tarea. Tampoco en mi larga trayectoria he tenido la oportunidad de realizar una labor más humana y generosa. Volví convertido en un buen médico y una mejor persona. De esa fuente he bebido para los restos. Por eso, hija, no desesperes. La vida nos ofrece muchas veces lo que necesitamos. Aprovecha cada oportunidad que se te brinde y no hagas demasiado caso de lo que parecen obstáculos. Infinidad de veces son catapultas que te lanzan a la victoria.
            Después de esta confidencia extendió sus manos arropando las mías, cálidas y amorosas. Como en tantas ocasiones su fuerza me llegó en una onda de energía. Todo volvería a la normalidad.
            - Seguro que tienes razón, abuelo. Es mucho más lo bueno. Lo malo asoma a la superficie, como el aceite. Debajo existe un océano de generaciones que han forjado esta Región pródiga y luminosa.
            - ¿Quieres que salgamos a pasear?
            Asentí con la cabeza. Acercándome a la percha le tendí su prenda favorita. Cuando salimos al fresco de la noche su imagen llenó las calles.  Allí estaba de nuevo, enfundado en su capa, gentil y arrogante. Mi caballero.

Maica Bermejo Miranda.

viernes, 5 de junio de 2020

Los resistentes, de Luis Leante (Reseña nº 928)

Luis Leante
Los resistentes
Ediciones Irreverentes, septiembre de 2019

Que Luis Leante es uno de los autores con cuya lectura más han disfrutado estos Acantlados de papel, creo que los desconocidos lectores lo saben. Pero aún no habíamos leído su teatro y, la primera vez que lo hacemos, es para una obra que mereció la mención especial del jurado del prestigioso premio El Espectáculo Teatral, en su decimo tercera edición.

Se trata de una obra en un único acto, que se desarrolla en la destartalada, antigua y casi ruinosa casa de Marilina, avisada por la constructora que a las doce de la noche del 31 de diciembre va a ser desalojada si no abandona antes el edificio en el que vive ella sola.

El banco lo ha intentado todo con ella, le ha ofrecido nueva cada en los edificios que surgirán sobre aquellas ruinas, plaza de garaje, condiciones especiales, pero Marilina se niega a abandonar, a pesar de que su única amiga, y la única que junto a ella resistían en el edificio, acaba de fallecer y ya la ha dejado sola, sin agua, sin luz, podría decir que sin otra vida que no sea resistir.

E inesperadamente recibe la visita del hijo de la fallecida, recién llegado del extranjero para el entierro de su madre, a la que no veía ni ayudaba desde hacá años.

Esta es la presentación de la obra, a partir de ese momento, Marilina se dedica, casi en un monólogo, a poner a Cristobal, el hijo de la amiga fallecida, al corriente de los últimos años de vida de su madre y de los suyos, de los recuerdos que vivieron en aquel edificio cuando estaba lleno de vecinos, de la niñez, y de las escasez y penurias con las que ahora vivían.

Mientras tanto, esperan la llegada de la familia de Marilina, que sospechosamente se retrasan para la cena de Nochevieja, y esperan, ambos, también, la llegada de las doce de la noche, cuando termina el ultimatum del banco.

Los resistentes, Marilina y Cristobal, esperarán, esperarán...

Francisco Javier Illán Vivas

jueves, 4 de junio de 2020

VI Premio Irreverentes de Comedia



Hasta el 6 de septiembre está abierto el plazo del VI premio irreverentes de comedia, para obras teatrales dentro del género comedia-humor, escritas en español. No habrán sido publicadas en libro, ni en revistas. Se aceptarán obras que hayan sido estrenadas en escenarios profesionales en los últimos 24 meses en cualquier lugar del mundo, a contar desde la convocatoria del premio, siempre que no hayan sido publicadas ni en libro, ni en revistas. Si han sido estrenadas anteriormente a esa fecha no podrán ser presentadas.

Tenéis toda la información AQUÍ.