Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

viernes, 24 de abril de 2020

La muerte sabía a chocolate, de Pascal Buniet (Reseña nº 922)

Pascal Buniet
M.A.R. Editor, 2020

Negro año este de 2020, negro para la literatura, en un mundo donde los contagiados por un extraño virus venido de no se sabe dónde (Javier Sierra dice que ha llegado en un meteorito) ya alcanzan a millones de personas, y los fallecidos se cuentan por decenas de miles.

Este año negro, M.A.R. Editor ha sacado, entre otras novedades, al ganador del IX Premio Wilkie Collins de novela negra, Pascal Buniet, con su obra La muerte sabía a chocolate. No sé si intentando dulcificar un poco el cataclismo sanitario, económico y letal que se abriría casi en fechas siguientes al lanzamiento del libro.

No es esta novela su primera incursión en el mundo de la novela negra para Pascal Buniet, sino que hace apenas dos años ya estuvo a punto de ganar el prestigioso premio Wilkie Collins con Sombras en la meta, que fue accesit de su VII convocatoria. Lo que seguro le ha servido de experiencia para presentarnos una trama donde se supone que el chocolate nos endulzará, o amargará, según la pureza con la que lo tomemos, el asesinato del propietario de una famosa fábrica chocolatera de Bélgica.

Ese mismo propietario, Alfred Van Der Mersch ofrece su casa de Tenerife, horas antes de su muerte, al detective Bernard Decrequi, quien está destrozado tras la muerte de su esposa, después de una larga enfermedad. Y así, mientras uno viaja hacia el sur de la isla canaria, el otro es encontrado muerto en su despacho, con claros signos de haber sido asesinado por un posible ladrón.

A partir de este momento, el autor nos va desgranando los hechos que llevaron a Alfred Van Der Mersch ha convertir su panadería en una potente fábrica chocolatera, las trabas que tuvo que superar, las trampas que puso en el camino a sus adversarios, y las artimañas que le convirtieron en un hombre odiado entre quienes le conocieron.

Disputas de negocios, disputas de vecinos, desencuentros familiares entre hermanos y padre, hasta alcanzar el momento cumbre gracias a que las nuevas tecnologías permiten lo que nunca suele prever un asesino o asesina: hay más teléfonos móviles que personas en el mundo.

Pascal Buniet va forjándose una obra literaria muy respetable desde su primera publicación, Lágrimas en el mar. Toda su obra hemos tenido el placer de comentarla en estos no tan abruptos Acantilados de papel.

Francisco Javier Illán Vivas

No hay comentarios:

Publicar un comentario