Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

jueves, 30 de marzo de 2017

Selección poética de Joaquín Marías Corbalán Corbalán



SOÑANDO INVIERNOS.
(De La estación de los silencios)

Fue al abrir los ojos
estaba allí, dormido entre tu pecho.
Un pétalo de rosa, tímido
dulce y cálido como un beso.
Entró por la ventana
quizás arrastrado por el viento,
quiso vivir otra primavera
al calor de tu cuerpo
compartir contigo este frio invierno.
Y tú como yo... Esperando
abrazados al silencio.
Tu boca y mis manos
soñando inviernos,
blancos y cálidos inviernos.
Tan blancos como mi pelo
tan cálidos como tus besos.
Pétalos separados de una rosa
sin cobijo, como con miedo,
como los sueños
que preceden a la escarcha.
Y tu como yo, soñando inviernos.

De: La estación de los silencios (2009)

DOS LÁGRIMAS.

Te acercas sigilosa, como un gato a mi espalda
y poniendo tu mano en mi hombro, me preguntas
¿escribes? Bueno... Intento hacer unos versos.
Acaricias mi pelo y dices que tengo facilidad para ello
y mimoso, te recito
te hago creer que es de no sé quien,
que se escribió hace algún tiempo.
...Un poema es,
como una rosa que alguien dejó olvidada
tras las dunas de un árido desierto.
Un poema es,
como las gotas de lluvia
que nunca invierten su eterno descenso.
Un poema es,
como una ráfaga de viento
que cualquier atardecer se pierde entre tu pelo,
una cálida brisa lo acompaña hasta tu lecho
y, con un leve susurro te declara su tormento,
después se posa en tus labios
como el más dulce de los besos,
y te roba el corazón, y te roba la mirada
porque es un hábil ladrón en horas de madrugada.
Me miras con ojos de luna llena
y lentamente descienden, dos lágrimas
siguiendo el vuelo de una ninfa
en las dunas  de tu cara.
De: Donde duermen las palabras (2003)


FILANTROPÍA.

Y... otra mañana abriendo los ojos
a la indiferente realidad de los sueños.
La brisa que pasa indolente en la esquina
de cualquier calle
advierte de su presencia, sin sutilezas,
acaricia gélida con su blanco aliento.
El sexo aún cree en la suerte
pero se acomoda en la esperanza,
en la dualidad imaginada de cada día
sin recelos.
Ansío dibujar tu figura, o..., tu presencia
en las rayas de mi mano,
una sombra de ti, de lo que eres
o de lo que ahora soy.
 Ajada, los cabellos mojados por la lluvia
que regala el cielo de septiembre,
miras perderse con nostalgia
mis pasos por la calle con charcos.
Van cambiando mis versos, como yo
se hacen profundos e hirientes
como vigilantes pupilas en la noche de mi tiempo.
Mundo, batallas, vidas por vivir... Por vivir.
Estudio filantropía y no apruebo
trotamundos, exiliado al país de tu cuerpo,
andrógino, paria excelso en las lunas de tus pechos.
En un duermevela sempiterno
releo tu nombre escrito en mi almohada
y,,,, nunca despierto. No quiero hacerlo.
De: La senda amarga (2014)

EXÓTICA BELLEZA.

Se deslizaba la tarde como en un tiempo sin tiempo,
como el fluir de la vida, lánguida y serena
el papel seguía en blanco, ni un trazo, ni una idea.
Decidí cerrar los ojos junto al frescor de la hiedra.
... Y, como música errante que pasa, que no regresa,
tu cara, perfilada de una sutil niebla.

Como un dulce reproche.
Como una sonrisa eterna.
Como una brisa marina.
Como un perfume en la noche.
Como un alma que se aleja.
Iluminada por la tenue luz de las luciérnagas
tu pelo entre madreselvas, eras... Tú y tu exótica belleza.
Te conozco desde siempre, desde mi primera primavera,
desde el principio del tiempo, aunque tú nunca lo creas.
Tus ojos me robaron una tarde, de sueños y de promesas.
Como una ciudad fronteriza.
Como el encanto de la verbena.
Como agua de oropéndolas.
Como el canto de un pájaro extraño.
Como el silencio de una tumba antigua.
 
Tu cara y tu exótica belleza.

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