Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

martes, 22 de julio de 2014

Selección poética de Andrés Carlos López Herrero

Cándido



Aún acompañado de mi madre
tu hija mayor
me ha costado encontrar el valor
para visitarte en la residencia

esperándote en la entrada
me han presentado a Paco
Paco es un hombre sano
que ha ingresado por amor
por amor a su esposa
esposa a la que la demencia senil
ha roto el cuerpo y el alma
sepultándola en una silla de ruedas
la tengo muy bien cuidada
no se me ha refriado en todo el invierno

con el corazón ahogado
he venido a verte
te enseño la cámara y sonríes
siempre te agrado que te retrataran
pero tan oscuro no puedo fotografiarte
cómo estás Cándido?
unos se van /otros vienen/ pos nada
allí hay una parte /y aquí otra/ pos nada
os enterasteis /había partido/ pos nada

continuas con la cabeza colmada
por una secuencia combinada
de fragmentos pretéritos
y otros que te hubiera justado vivir
si ya divagabas cuando reconocías este mundo
ahora que vuelves a ser un niño
te has sumergido para siempre
en un universo propio donde eres feliz
pos nada y no sé
me voy a acostar
pos nada


nunca fuiste más feliz
que al reposar en tu cama
descansa pues pronto dormirás
todo lo que quieras
y esto es así
no sabemos dónde está la gente
una vez aquí y otras allí

Eso es bueno
que haiga uno
y salgo otro
pos nada

nervioso no eres capaz de controlar
tus continuos temblores
mientras fuera no deja de llover
Está lloviendo ahí fuera
está tronando
vamos /vamos/
venga
cada uno a su sitio
nene venga
cada uno a su sitio
que dice que está tronando
vamos /vamos/
madrugan luego más tarde

pájaro atrapado por el agua
en un nido pequeño y familiar
en lo alto de la montaña
oculto tras curvas
bajo la cortina que teje
la tormenta en la tierra
donde nace el Sol


ya no me recuerdas
ni a mí /ni a nada/ ni a nadie
todo lo confundes
de nuevo /excitado/ llamas mi atención
percibes como los árboles
se llenan de aire

Pues nada nene
a la lucha
si esto es así
es así
yo voy a subir p´arriba otra vez
y me voy a acostar
me voy a la casa a dormir
ale
hasta la vista jóvenes

adiós Cándido
prometo volver para retratarte
mientras
aférrate a los recuerdos empapados.





Centro comercial

La multitud abraza sin reparos
el deseado templo construido
para honrar su nueva religión

sentado en medio de la algarabía
percibo mi incomoda soledad
rodeado de muchos
ignorado por todos

lleno mi estomago
con alimentos de plástico
dispensados a precios aberrantes
por sonrisas cansadas y complacientes

la música martillea mi sistema nervioso
acelerando el ritmo cardiaco
convocando a la oración del consumo

un hábitat de la postmodernidad
que ocupamos sin más remordimientos
que el descubrir lo dañado
que queda nuestro crédito

una cacofonía de luces y formas
bloquea mis sentidos hasta la nausea
gestionando un enorme dolor totalitario

adolescentes se paran frente al cristal
sueñan con la gloria digital
entregados a los nuevos mandamientos
de esta temporada

soy libre
para comprar.




Diario de un maltratador

Soy un dependiente emocional
inestable /altivo/ e inseguro
siempre tengo razón
y confiado me engaño culpando
al mundo de mis problemas

carente de empatía
necesito humillar y someter
sobrepaso los límites
llegando al maltrato
físico y psicológico
para encontrar la felicidad

te necesito y quiero
pero cruel y sarcástico
te amenazo y humillo
te golpeo e injurio
empapado con sustancias vergonzantes
para compensar las carencias
de mi niñez y adolescencia
henchido de agresiva inmadurez
mis celos patológicos
te acosan y humillan
controlando hasta tu último aliento
para encubrir mi baja autoestima
el mundo me conoce encantador
pero ante ti puedo
quitarme la armadura


-Hola cariño
tu monstruo ha vuelto a casa.





La ley del suelo
            Estafando a la naturaleza



Es un derecho constitucional
especular con la felicidad
de casas sin gente
de gente sin casa
es una deber que los Caudillos
se fotografíen inaugurando
construcciones unifamiliares

vivimos ordenadamente
pagando toda una vida
entre barracas y hormigueros
que forman murallas de cemento
hiriendo a cualquier naturaleza
construimos bloques de avaricia
promociones de abusos y corrupción

soñamos con un piso que podamos pagar
o una casita como las que se ven en el cine
queremos ganar el mayor premio del concurso

firmemos y confiemos pues
en la justicia de que unos pocos
lo tengan todo por siempre

fantaseemos con pisos pateras
para almas sin papeles.


Nadie recuerda a Cromwell

Agarrado a la madera de un bar
barnizada con sueños incompletos
me salta la lucidez en forma de burbuja
un borracho que siempre dice la verdad
pues cree que todo lo sabe

pienso que nadie recuerda ya a Cromwell
ahora todas las acrobacias se hacen con red
los adoradores de la religión digital
suspiran por una Francia de cuento de hadas
que tan solo existió en Hollywood
pero destierran al espinoso ostracismo
a aquellos que /obligados/ hoy se hospedan
en el hotel del olvido regentado por un tal Cernuda

estamos huérfanos de revoluciones
ahogados por el liderazgo de la mediocridad
los sueños desfilan en pasarelas mediáticas
mientras los acólitos cíclopes
se indignan aferrados
a la resolución de sus pantallas
no sea que se les ocurra salir a la calle
y encuentren otros como ellos
dispuestos a cambiar un mundo

todos altivos y orgullosos despotrican
mientras tocan el tambor
es fácil pronunciar palabras valientes
con la barriga subvencionada
pero nunca se cambió el mundo disparando flores

el siglo XXI nos coge a traspiés
alejados de nuestro elemento
nadie se acuerda de Cromwell
regicida decapitado tras la Muerte
héroe y villano al mismo tiempo
nadie se acuerda de Cromwell
solamente el rey.


Andrés Carlos López Herrero (Valencia, 1971), reside en Jumilla. Licenciado en Bellas Artes, Master en Psicología. Poeta, artista plástico y docente. Ha recibido numerosos galardones y reconocimientos, el más reciente el Premio Internacional EDUCARED 2012. Ha publicado Caminando desnudo, 2012. Desde 2011 escribe artículos para Promethean Planet.

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