Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

sábado, 7 de junio de 2014

Agujero llamado Nevermore (selección poética, 1968-1999), de José María Panero (Reseña nº 654)



Leopoldo María Panero

Agujero llamado Nevermore

Ediciones Cátedra, noviembre de 2000



El cinco de marzo falleció Leopoldo María Panero. Tuvo cierta repercusión en la televisión y es posible que nuestros lectores recuerden las informaciones que se dieron en esas fechas.


También cabe la posibilidad de que haya quien quiera profundizar más en la figura y en la obra del poeta, por lo que hemos optado por recomendar Agujero llamado Nevermore, de Leopoldo María Panero –Editorial Cátedra / Letras Hispánicas- Como es habitual en la colección, lo primero que destacaremos es el excelente estudio previo de otro gran poeta, Jenaro Talens. Gracias a su introducción conoceremos mucho más, no solamente de la figura de Panero, con los sambenitos adyacentes que ya encontrábamos en las informaciones relativas a su muerte. A saber, el poeta maldito, el poeta de la locura… Como bien opina Jenaro Talens, a la hora de vender la literatura son necesarias las etiquetas y a Panero no era fácil ponerle otras, así que se optó por las que hemos mencionado. 


A parte de esto, en esta introducción encontraremos -muy bien resumido y explicado- el significado, la formación y los componentes de la generación poética del 70 a la que pertenece el propio Leopoldo María Panero. Además del significado de dicha generación y de la coyuntura temporal en la que se formó, es importante la aportación bibliográfica que permitirá a quien se acerque al libro tener la oportunidad de leer en profundidad sobre una generación que, con el paso del tiempo, irá teniendo más significado.


Sobre el libro en cuestión, diremos que se trata de una antología poética como indica el subtítulo –“Selección poética, 1968-1999”-, y como tal –así lo afirma el propio Talens- sujeta al riesgo de que lo excluido sea más acorde al gusto del lector que lo que se ha destacado. Volvemos a insistir, en todo caso, en que el escritor valenciano es una auténtica garantía de buen hacer en el caso de la poesía sin duda ninguna.


Se trata de poemas crípticos, que alternan varios idiomas, entre ellos el griego con grafía griega, que pueden resultar difíciles para el lector que no entre en ellos como quien se tira a la piscina, es decir, sin pensarse demasiado si el agua estará fría o caliente y si al salir soplará el viento y se resfriará uno. Por eso vuelvo a insistir en la importancia de leer el estudio previo, ya que nos dará unas claves y unos asideros que nos facilitarán la interpretación de la poesía que hoy ofrecemos.


Dicen que Panero era el poeta de la locura, del alcohol, y puede que leyendo su obra rezume de alguna manera ese tipo de bebida, en algunos casos mencionadas expresamente. De todos modos, quedarse en esos aspectos supone una lectura muy pobre para todo lo que puede aportar el libro que hoy recomendamos.


Formalmente, hoy sí, encontramos un genuino libro de bolsillo, el típico de la colección Letras Hispánicas de Cátedra, es decir, ligero, flexible, manejable, algo más de 200 páginas, letra de bolsillo, y un diseño elegante en el que predomina el fondo negro con letras en blanco. Preside la cubierta un cuadro abstracto de Pablo del Barco en el que los ocres y amarillos combinan con los azules y el rojo. En cualquier caso, se trata de un libro que no dejará indiferente a ningún lector. Que lo disfruten.





Adolfo Caparrós Gómez de Mercado

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